En Texcaltitlán, Estado de México, se produjo un enfrentamiento entre ejidatarios y presuntos miembros de La Familia Michoacana, quienes buscaban el cobro de piso por metro de cultivo. El enfrentamiento dejó aproximadamente 14 fallecidos entre vecinos de la zona y criminales.
En el Estado de México, operan al menos ocho grupos criminales, entre ellos Los Peluches, Nuevo Imperio, Cártel de Tláhuac, La Familia Michoacana, Nueva Alianza, Los Catalinos, Los Gastones y Los Rodolfos, quienes disputan territorios y exigen el pago de cuotas a ejidatarios y dueños de negocios.
En muchos de estos lugares la presencia de la autoridad policial es escasa, de manera que la violencia generada por estos grupos criminales se ha llegado a normalizar, así como el cobro de piso. El crímen organizado ha encontrado diferentes formas de extorsionar a los pobladores y por eso las desapariciones y asesinatos se han convertido en la cifra negra de la que poco se habla.
Es evidente que las estrategias de seguridad siguen sin funcionar en México. Solo después del enfrentamiento en Texcaltitlán, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el envío de aproximadamente 600 elementos de la Guardia Nacional a Texcaltitlán, pues Javier Lujano Huerta, alcalde del lugar no emitió declaraciones inmediatas sobre el incidente. Pues hasta donde se sabe mantienen un perfil bajo dentro de la política. Durante su campaña se comprometió a impulsar la educación, la salud, el deporte y el desarrollo social, pero las acciones contra el crimen organizado no figuraban en su propuesta.
En realidad, la ausencia de autoridad en la zona ha normalizado la violencia, llevando a los pobladores a tomar la iniciativa de enfrentarse a la delincuencia, ya que la policía de la región no desempeña un papel efectivo. Aunque se confirmó la muerte de uno de los líderes de La Familia Michoacana de la zona, esto no garantiza el cese de la violencia y la extorsión en Texcaltitlán.
Recientemente el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad mencionó que hubo una disminución del 4.1% en los delitos en el Estado de México, pero la presencia del crimen organizado persiste en la zona, y muchas poblaciones carecen de seguridad y tienen que tomar la justicia por su cuenta.
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