Progreso pasó de ser un lugar tranquilo y seguro para muchas familias. Ahora, muchas de ellas se destruyen por el aumento del índice de consumo de drogas de diferentes tipos.
Durante los últimos meses se han hecho operativos en casas del municipio para desarticular el narcomenudeo. Según los reportes, las sustancias que más se han vendido son marihuana, cocaína y cristal, todas con un alto grado de afectación a la salud.
María Esther Magadán, presidenta de SUMA mencionó en una entrevista en el podcast En Perspectiva que muchas familias se están destruyendo por el consumo de estas sustancias ilegales. Según dijo, el tema se está saliendo de control y se han reportado casos de niños de 11 años que consumen cristal. Añadió que es evidente que el gobierno del municipio debe implementar políticas públicas que involucren a la policía, a las familias y que eduque en cómo prevenir este tipo de adicción.
Ante este escenario que en breve podría complicarse más, Progreso se ha posicionado como un municipio que recibe personas de diferentes lugares. La época de la pesca del pulpo es una de las esperadas por la derrama económica que deja. Sin embargo, muchas personas llegan a la zona y ofrecen estas sustancias y empieza un mercado interno que es necesario desarticular, según señaló María Esther.
En Realidad, si bien la seguridad es la bandera del estado de Yucatán, el negocio de sustancias ilegales ya está atentando contra ella. Muchas familias no saben qué hacer cuando tienen un caso de consumo en sus hogares y las madres caen en la desesperación. Si bien hay muchos casos de consumo que se pueden contabilizar, otros no, y se convierte en esa “cifra negra” de la que muchos no hablan, pero que también es parte importante del problema.
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