Después de horas de trámites y de discusión con el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH) en la Secretaría de Gobernación (SEGOB), ejidatarios de Chablekal no lograron llegar a un acuerdo para reabrir la zona arqueológica de Dzibilchaltún, que permanece cerrada desde febrero pasado, por lo que se desalojó a los inconformes con el pago de $127 millones por las 53 hectáreas de tierras que ocupa hace décadas el sitio arqueológico de Dzibilchaltún.
No hubo violencia y los dos ejidatarios de guardia del grupo inconforme con el convenio del 12 de diciembre de 2021 se retiraron voluntariamente cuando vieron al grupo mayoritario encabezado por Abán Can. Apenas tomaron el control de la entrada, los ejidatarios retiraron el toldo y se quedaron con la custodia para su entrega a las autoridades del INAH.
EN REALIDAD… No debería sorprender la desesperación y el hartazgo de la gente, sobre todo cuando ya han pasado décadas desde que sus tierras fueron prácticamente expropiadas por los gobiernos. En varias partes del estado los problemas de la tenencia de las tierras siguen sin resolverse, llevando a enfrentamientos entre los pobladores y los gobiernos.
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